Sesenta años han tardado en ver la luz estas memorias de Odón de Buen, padre de la Oceanografía española, librepensador y demócrata republicano, nacido en Zuera en 1863 y fallecido en México en 1945. Redactadas en el exilio, entre el verano de 1940 y el otoño de 1941, estas páginas están plenas de historia y de historias, y son testimonio no sólo de su tiempo, sino de una actividad personal, profesional y política activa. Una memoria jalonada por éxitos y sinsabores, vertebrada por el compromiso con la ciencia de las profundidades marinas, pero también con la libertad. Odón de Buen revolucionó la docencia universitaria española, pues contribuyó a la caída de un sistema de enseñanza caduco y desfasado en favor de una enseñanza basada en la experiencia práctica. En su prosa, sencilla aunque rica en pinceladas literarias, brillan las reflexiones del sabio, la narración de sus apasionantes viajes oceánicos, el civismo republicano de su figura política. Pero estas memorias no soslayan la parte amarga de su vida. La guerra civil traería consigo el declive en el momento en que Odón de Buen se hallaba en la cúspide de su carrera: la cárcel, el trágico asesinato de uno de sus hijos y el exilio marcarían los últimos años del sabio zufiarense.