La portada de la actual basílica-parroquia y en otro tiempo iglesia del Real Monasterio jerónimo de Santa Engracia de Zaragoza es un monumento capital del primer Renacimiento aragonés y aun español. Levantada hacia 1511-1517 por Gil Morlanes el Viejo, escultor de Fernando II de Aragón, y su hijo Gil Morlanes el Joven, fue objeto de profundas remodelaciones a raíz de la reconstrucción del templo entre 1754-1759, y de nuevo en 1899, esta vez para restañar las graves mutilaciones producidas por la voladura del monasterio en 1808 que, pese a todo, la respetó de manera providencial. Este trabajo es un apurado diario de la historia de la construcción y transformaciones de la portada, cimentado sobre la base de los excepcionales documentos gráficos y literarios conservados, a la par que un compendio de lo que, a lo largo de los siglos, se ha escrito sobre su autoría. Cierra el texto una lectura de lo que, en otra época, fue un programa iconográfico con plena coherencia.