La Atenas del siglo IV a.C. se conforma en términos políticos como el resultado de los acuerdos pactados entre oligarcas y demócratas en el año 403, una vez finalizado el conflicto civil que los enfrentó tras la derrota ateniense en la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). De dichos pactos surgió una democracia que, aun siendo todavía directa, resultaba menos expuesta a las resoluciones populares. El presente estudio aborda una serie de cuestiones enmarcadas en la Atenas de hace casi dos milenios y medio, pero de plena actualidad: la diferencia entre consenso y unanimidad; el conflicto típicamente democrático entre el protagonismo excesivo de los dirigentes políticos y la falta de preparación de la mayoría de los ciudadanos; el dilema entre el estatus sagrado de la ley y la soberanía popular; la difícil adecuación entre la realidad de la justicia y la aplicación estricta de las leyes escritas; y, finalmente, la construcción y vitalidad de un lenguaje simbólico aceptable para la corrección política.